1.220.000  FAMILIAS, TODOS EN PARO

  • Más de un MILLÓN DOSCIENTAS MIL FAMILIAS ESPAÑOLAS  tienen en paro a TODOS sus miembros.

EDITORIAL | Cerca de CUATRO MILLONES DE OBRER@S viven en el paro, más el millón largo de camuflados en los ERTES. El TREINTA POR CIENTO de trabajadores viven de la economía sumergida. SIETE MILLONES de ciudadan@s resisten la pandemia gracias a los tranquilizantes. Un tercio de la población de nuestro país se droga. Casi de la totalidad pagamos impuestos en las cuatro administraciones públicas, incluidas diputaciones.

Unos treinta millones siguen sin ser vacunados. Un tercio de los diputados del Parlamento forman parte de los partidos separatistas catalanes, vascos, gallegos y navarros, a los que sufragamos el resto de los españoles. Medio millón de madrileños viven en la más absoluta pobreza, ocho millones en el resto de España. En Cataluña cientos de policías y guardias civiles, unos 1.389 han sido  vacunados porque lo ha decidido un  juez no las autoridades. Treinta y cinco mil funcionarios de prisiones viven con sueldos miserables. Y  56.945 soldados ganan mucho menos que un concejal de pueblo o un municipal. Un millón y medio de votantes de VOX son castigados por los partidos que han decretado la  caza y captura de sus dirigentes contraviniendo la Constitución y el Estado del Derecho y el sagrado derecho de expresión, salvo en las dictaduras de todos  los colores, y en medios de comunicación pagados por partidos, fichando mercenarios.

Podíamos seguir dando más datos que en las elecciones de la región madrileña se ocultan porque los candidatos andan a la greña, con los embustes, los tóxicos, la mala uva y el desprecio a las libertades, además de sacar pecho con las balas que le han mandado los esbirros de la violencia que posiblemente no se conozcan nunca jamás porque no quieren una nación en paz que va dejando de ser una potencia económica, social, ética y política. Nos engañan y nos castigan, porque la pobreza es un drama que fomenta los que odian desde el maniqueísmo-ultra que viene de siglos.

Que el plan contra VOX vaya firmado por Podemos, explica la barbaridad del agravio comparativo. Ningún populismo es bueno, y ningún extremo aporta serenidad, equilibrio, moderación a la convivencia sociedad, en unos momentos  en que el pueblo español es castigado mortalmente por una pandemia incontrolada y sin coordinación estatal. Para  adherirse a planteamientos como el CORDÓN SANITARIO −que no se da en ningún país europeo− hay que tener autoridad moral y ser coherentes con la penosa realidad de la violencia de la extrema izquierda y sus socios separatistas. Que el Gobierno apoye un aislamiento político masivo contra un partido, el que sea, solo demuestra su degradación sectaria que le resta autoridad, cuando Europa sigue atentamente  las elecciones regionales de Madrid, que despierta preocupación por la seguridad internacional. Pudiera suceder que la UE levante líneas rojas si estalla un motín, en defensa propia. Muy serio.

Y muy grave, como sacar los muertos de la guerra civil y sacar al rey de la Zarzuela para participar en la tertulia de extremistas, es impresentable, porque además, se han olvidado de explicar a la opinión pública las soluciones a sus problemas, más  programa como en su día exigía  el comunista riguroso, Julio Anguita, el mejor alcalde que ha tenido Andalucía.

El rezumen del disparate lo escuchamos anoche en boca de un candidato que pasa por ser circunspecto, el socialista Ángel Gabilondo, que dijo textualmente: «NO ES BUENO QUE EL PP PACTE CON VOX». Preguntamos desde la humildad y el asombro ¿es bueno que el PSOE PACTE CON PABLO IGLESIAS Y CON OTEGI EN NAVARRA?

EXCLUSIVA – SURESTE PRESS.