María José Hernández H | Opinión | Social | No, no es un cuento, ni ciencia ficción. Es una de las consecuencias de vivir en la era de la hiperconectividad, la adicción al móvil o nomofobia.
El diseñador Minwook Paeng, ha creado un ‘tercer ojo electrónico’, que se coloca en la frente de los llamados “phono sapiens” o “smombie” (“smartphone zombie”), personas que caminan por la calles como zombis mirando sus teléfonos inteligentes. El dispositivo emite una señal para avisar que se acerca a un obstáculo y hay peligro inminente de colisión o accidente. El obstáculo en cuestión puede ser un ladrón, un coche, una farola, una madre, un amigo con flores, un amigo sin flores, un padre, un agujero en suelo, un tigre hambriento, un lobo estepario…en fin…
El artilugio en forma de ojo más bien siniestro, funciona mediante la famosa plataforma Arduino (plataforma electrónica basada en un hardware y software libre) y un giroscopio que al detectar la inclinación de la cabeza del “zombi viviente” para mirar a su móvil, activa la cámara ocular que es la que realmente ve la vida real alrededor del adicto al smartphone.
Por el momento, el prototipo de este tercer ojo está en fase de prueba pero yo me pregunto: ¿llegarán a tener vida propia estos terceros ojos?, ¿Se mirarán y se echarán ojitos (ojito) entre ellos?, ¿Se intercambiarán mensajes?, ¿Qué tipo de mensajes?, ¿Serán mensajes de rebeldía e insumisión para liberarse de sus dueños y ser independientes y libres?, ¿Será posible que lleguen a hacer lo que ahora ni se plantea la sociedad por estar abducidos por las élites?, ¿Será ese “tercer ojo” o paradójicamente, alguna de las creaciones humanas para tener una “humanidad aumentada” lo que necesitamos para reaccionar?, ¿Será posible que sean esas creaciones las que nos recuerden y nos guíen sobre lo que debemos hacer?, ¿O simplemente querrán cambiar esclavo por amo sin más y empezar el mismo ciclo con distintos dueños?, ¿Son algunas de esas creaciones, como el ojo en cuestión, fruto de nuestro inconsciente frustrado y cobarde?.
¿En qué nos estamos convirtiendo ? ¿Qué sociedad estamos creando para nuestros hijos?
Sabemos que esta dependencia aparentemente inofensiva, puede provocar depresión, baja autoestima, humor variable, ansiedad, irritabilidad, brotes de violencia o agresividad en ausencia de conexión… En definitiva, una adición muy similar a la que producen determinadas drogas como alcohol, cocaína o anfetaminas.
Por otra parte, estudios recientes indican que una exposición prolongada a las pantallas puede disminuir la empatía de los niños y de los adolescentes quienes debido a esa adición, carecen de una interacción social cara a cara, que es como, al menos de forma general, se expresan las emociones. Situación agravada, por qué no decirlo, por el uso de la nefasta mascarilla y la distancia social.
Se nos está desvirtuando, corrompiendo, con intención o sin ella, el cómo enfrentarnos a la via real o más bien, la vida real en sí misma.
Pero no puedo dejar de decir que la misma plataforma Arduino, la misma con que se creó nuestro protagonista, “el tercer ojo”, ha sido utilizada este 2020, por grupos de voluntarios (comunidad #ArduinoMarker), quienes desde su casa, en plena pandemia, han demostrado toda su creatividad y solidaridad, impulsando proyectos para fabricar mascarillas, respiradores y todo lo que hiciera falta para abastecer a los hospitales desbordados del país y para salvar vidas. Muchos de esos respiradores se han basado en dicha plataforma electrónica.
Ojalá, la tecnología esté siempre al servicio de la ciencia, la medicina y de todo lo que implique salvar vidas y ayude a mejorarlas para bien. Pero eso, aunque algunos no sean conscientes, solo depende de todos nosotros, juntos. Porque si hay algo prioritario en estos momentos es esa lucha conjunta, cara a cara, sin aislamientos. Por el bien de todos y no de unos pocos, los de siempre…
María José Hernández H
Sureste Press 
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