“El Rey Emérito, Los Corruptos y Las Cajas de Ahorros, Ahora Bancos”

  • REFLEXIONES PARA DESMORIADOS.

José Juan Cano Vera | Opinión | Política | Desde que soy periodista, director de varios diarios,  consejero de un ministro de Cultura , diputado y concejal, nunca he dejado de decir lo que pienso, salvo cuando la educación y la piedad me ha reservado palabras o  análisis duros. Hasta he escrito libros −el próximo en unos días− denunciando que esta democracia que nació con el refrendo del pueblo español ya no es lo que esperábamos. Lo siento o quizás sea una paradoja, que un demócrata, sin carnet, afirme, sin dudas de ningún tipo, que hemos entrado en un proceso de autodestrucción desde los años de Zapatero, cuando  el ex presidente, aparcado en las pistas de aterrizaje de Las Moncloa, se disponía a subir a los cielos junto con Pablo Iglesias y sus cazas y bombarderos. Luego fue una mentira monstruosa y  sus años la corrupción, hasta ayer mismo, era una extensa lacra, un estercolero en donde se había asentado lo peor del país. Pero no solo una corrupción en metálico, no, en lo ideológico y en lo humano, basta observar cómo el virus se extiende entre aplausos y como los okupas es la nueva orden de los ladrones que de alguna manera permiten los gobernantes de España, una España poco creíble como se ha demostrado en estos días en Bruselas. No se fían ni un pelo del señor Sánchez, el fenicio del siglo, como ese otro mercader de Pujol and family, procesados. Sin embargo, la prensa oficial, oficialista y subvencionada ha guardado un silencio de tipo siciliano, no sea que se molesten los soberanistas y sus élites financieras que pagan impuestos revolucionarios.

Escribo todo esto en un estado de asombro, de preocupación por el futuro y con cierto sarcasmo  por el linchamiento de Juan Carlos, no porque este monarca  deba salvar, la cabeza, y la corona de su hijo Felipe, si es culpable de todo lo que se le acusa. No, es porque tirando de archivo, hemeroteca y extensos informes  que aparecen en los medios informáticos, la red, la inmensa red de políticos, empresarios, medios de comunicación, cajas de ahorros, bancos y los Atilas de pequeña monta, llenarían  el vertedero más amplio, por ejemplo, de la región murciana. Digo que el que esté libre de pecado, todos ellos, esa basura, que tiren la primera piedra. No tienen autoridad moral todos los que tratan de cargarse a una nación, a una comunidad autónoma nefasta o a mi pueblo desde donde escribo, y menos la cofradía de los ‘Koletas’, cuyo patrón se aloja en un ‘casoplón’ del mil pares.

Como prueba de lo que comento, fría pero sin calculo alguno por miedo, les ofrezco una larga lista de personajes y ‘personajas’, envueltos en los tribunales de justicia, que aún no ha tenido tiempo para juzgarlos y condenarlos, evidentemente. Ellos son los intocables, los que van a las cárceles catalanas después de una sedición brutal o los que con millones en paraísos fiscales viven en la gloria después de unas vacaciones pagadas en las cárceles, en donde se recluye a los «manzanillos» la escoria social del chorizo indefenso. He aquí  las pruebas: