José Ramón García Franco | Opinión | No soy escritor, ni periodista, solo leo libros, estudio y fuí, soy y seré un soldado español hasta que me muera, que en esta vida ha intentado rodearse de l@s mejores. Ese es mi secreto e intentaré continuar en esa línea, siempre hay alguna persona de la que aprender, aunque te das cuenta de los imbéciles sin distinción de género, parecen muchos,-pero es porque gritan más fuerte-. Me espanta escuchar los esfuerzos que hacen para destruir los objetos más valiosos de nuestra cultura. Tengo unos padres maravillosos que, en mi infancia, me regalaron libros que guardo como tesoros en mi mente y corazón. La flecha negra. Sandokan y sus tigres de Monpracen, Bomba, el niño de la selva, El corsario negro y tantos otros que me hicieron navegar por mares remotos junto a piratas sanguinarios o a liarme a tiros con indios matreros hasta que me salvaba la caballería. Los libros me hablaban de coraje, de maldad que se castigaba, de hombres honorables y de mujeres hermosas y valientes. A mi nadie me dijo que las niñas eran diferentes, salvo las diferencias obvias de las que no se hablaba porque estaban a la vista. Las crónicas de Avonlea, Mujercitas, Señoritas, Los muchachos de Jo, etc. me llegaban al alma y me enseñaban a entender el mundo que me rodeaba. Niños de azul, niñas de rosa, balones en reyes a los niños, muñequitas a las niñas….por dios!!! Que cojones nos quieren hacer ver. A los once años leí Don Quijote de la Mancha y me disgusté terriblemente con los que se burlaban de él, un anciano con sentido del bien y del mal, que por amar los libros tanto como yo, decidió «desfacer entuertos.» Asi que esta «moda» pasajera de lo banal e irrelevante, tarde o temprano acabará. El espíritu verdadero es eterno, digan lo que digan los que se atan al carro de la «modernidad.»(adoctrinamiento venga del flanco que sea). A mí me da igual, como diría Mario Vaquerizo.
Mientras pueda y tenga tiempo, continuaré con mis pensamientos en alto. Seguiré llamando a cada cosa por su nombre, como me enseñaron allá por el #76.
A la espera de poder disfrutar de un buen debate y sobretodo moderado entre periodistas, políticos y economistas entre un bando y el otro,- aunque en algún momento se dé la posibilidad de un lenguaje soez-, sigo encontrándome en cuanto salgo de mi zona de confort, con la misma cantaleta miope de siempre.
Ahora solo queda demostrar la hipótesis hallando científicamente la relación causal de todos y cada uno de los ejemplos que cito, la gente con dos dedos de frente está cansada de pseudo estudios, supuestos expertos devenidos en opinólogos, papers pedorros en supuestas revistas de renombre, progresismo bizarro en las universidades, títeres piojosos pelilargos que se la dan de filósofos, viejos verdes que todavía andan pululando como fantasmas con el cuento gastado de la «nueva izquierda» bajo el brazo como cosa novedosa, escritores de cuentos e historietas que surgen del lodo para enseñarnos como son las cosas, y de gobiernos de mierda que aplican medidas draconianas con la obsecuencia y el beneplácito de sus lobotomizados y serviles militontos ad honorem del trapo rojo, que lo único que buscan es expresar su resentimiento social propagando falacias de clases, e historietas de minorías en constante choque, haciendo uso de todo el lumpenaje mental de la sociedad cada vez más estúpida, la cosa les va saliendo cada vez mejor, España es una muestra de ello en «cuestión de género», no solo no logra frenar la #violencia, sino que destruye las relaciones hombre-mujer con absoluto éxito. Ya me decia mi abuela que no se es inteligente por tener buena memoria, sino por hacer uso al menos de vez en cuando del cada vez menos empeado pensamiento crítico.
Mientras tanto continuamos con el país dividido en tres, sí, #España… 1/3 Recordando durante 40 años, a #Paco el «Rana», (apodado cariñosamente el Generalisimo por sus casi 300 pantanos construidos), otros la #Novena compañía durante 40 más y luego estamos los que «ni fu ni fa», expectantes haber que pasa en este país lleno de piratas sin parches en el ojo, con nuestro baúl de los chinos y el petate de la mili que aún conservo preparados, por si tengo que coger mi Opel Zafira y tirar millas, hacia un lugar del Atlántico Portugués.
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