Europa Laica

26 marzo, 2019 SEPress

Juan Eladio Palmis | Opinión | No, no lo tienen tan fácil ahora los del alza cuello, a pesar de que están evolucionando y están convirtiendo las cofradías, lo acabo de ver en una zona de Andalucía, en bares encubiertos, donde, jodiendo y siendo competencia del mundo de los establecimientos de bebida públicos, están creando gremios de alzar el vaso y extender la empanadilla, bajo distintas advocaciones.

Y digo que no lo tienen tan fácil, porque lo que tienen enfrente ahora; los que están hablando después de más setenta años de silencio ante voces vestidas con hábitos o escapularios ocultos, cuando los ves reunidos en asamblea, como servidor acaba de verlos en la hermosa Córdoba, y más ahora en primavera, ves que es gente de ciencia, preparada, lógica, justa en sus exposiciones, que simplemente está poniendo en el asunto, que no es poco, la medicina que nos aligere de las pupas de una epidemia que nos quiere hacer volver a la edad media y al mendigo en la puerta de la iglesia con la mano extendida con permiso del párroco, y la caridad de doña Anselma.

Cuando en asamblea abierta me preguntaron mi procedencia, me salió espontáneo, sin pensarlo, y dije que había llegado procedente de tierra santa: de Cartagena de España. Después, recapacitando pensé que mi repuesta había sido la correcta y acertada supuesto que empecé a pensar, y aún dentro de mi ignorancia, de mi desconocimiento de no saber cuánto del dinero público se aplica directamente en beneficio de una secta religiosa, me causo horror pensar lo que estamos consintiendo porque los partidos políticos entienden que el apoyo del clero alcanzan con más facilidad los sillones que siendo honestos y proporcionales en la distribución de los dineros públicos.

Desde una Córdoba donde tiene que haber perros, papeles y bolsas de plásticos como en Cartagena pero no ves ni las cacas ni los meaos, ni basura por parte alguna, donde no sé si será porque ayer fue un día de primavera, pero es un verdadero lujo pasear por espacios urbanos aseados, donde ya no agradeces la chepa, que estimas y usas en Cartagena para no pisar una mierda de perro o te rozas en un pico esquina con un charco de meaos, llevas todo eso, predominando lo positivo, y viendo que todo es posible, viable, lo ves con tus propios ojos, cuando las medios se utilizan para lo que fueron creados, no para pelar castañas pilongas.

Comparaba y pensaba en el dicho que me había salido espontáneamente respecto a mi procedencia geográfica de tierra santa en la asamblea (solo procedencia, cojones, no representando a nada ni a nadie) porque, repito, aun en mi ignorancia del total aproximado, el hecho de que desde el ayuntamiento se esté aplicando el dinero público en arreglar iglesias, Santa María, construir catedrales, La Vieja, hacer edificios enteros, basílica, y un desconocido número de inmatriculaciones, pisos que no pagan impuestos, agua consumida, energía, y un puñado de cascabeles más, te pueden dar pie a que en un acto reflejo puedas pensar que tu procedencia no es de una España socialmente aconfesional, sino que la monstruosidad de inversión traducida en millones de euros, solo cabe cuando se vive en una tierra donde la máxima inversión pública, se lo llevan los temas que la religión llama asuntos celestiales: santos.

De alguna manera habrás que frenar todo esto; porque no se ajusta a lógica alguna que el dinero público se vaya a incrementar el patrimonio de un grupo religioso que no ha hecho ningún voto de obediencia y acatamiento a nuestra sociedad, mientras sí lo ha hecho de obediencia al jefe de un estado extranjero.

Salud y Felicidad.